viernes, 11 de diciembre de 2015

ANDREI. MI PARTO EN CASA

La ultima vez que publiqué en el blog estaba en la semana 40...en la dulce espera....

El pequeño Andrei nació exactamente en la 40 +6 , en el calor de su hogar, en la intimidad que te da nacer en casa.

Hoy, 10 meses después, en una semana en la que todo vuelve a removerse, en la que estoy tomando decisiones , he decidido que es el momento en el que quiero contarlo.

Quiero hablar de mi parto en casa.

Siempre tuvimos claro que no queríamos tener solo un hijo, así que la noticia de que un nuevo bebé estaba por venir fue una alegría enorme. Os lo podéis imaginar.

Cosas de la vida, casualidades de la vida parecía que la historia se repetía casi al pie de la letra: Si la prueba de embarazo del pequeño Tiago se hizo un 26 de mayo, la de su hermano fue el 28 del mismo mes. Por lo que la FPP eran muy similares y había una gran probabilidad de que naciesen ¡incluso en la misma fecha!

La ilusión era máxima...sería niño o niña? cómo será eso de querer a dos hijos? cómo se lo decimos a la familia? lo típico.

Pero en mi cabeza había otra preocupación. Una que no había tenido en mi primer embarazo. una preocupación que no surgió con el test de embarazo positivo, sino que me asaltó el mismo día que salí del hospital con mi primer hijo.... ¿Donde voy a parir?

Yo no quería parir en el Hospital.

No. No quería. Lo había dicho muchas veces, pero creo que ni la familia ni mis amigos, ni mi propia pareja,creían que lo dijese en serio.
No. No iba a parir en el Hospital.

A medida que el embarazo avanzaba la ansiedad aumentaba. 

Mi pareja quería un hospital, los privados no eran una opción pues en nuestra ciudad ninguno encajaba con el parto respetuoso que yo quería. El único Hospital público que podría encajar estaba a varios km de distancia.

Yo quería parir en casa. No era que quisiera ir a otro hospital diferente al anterior, no. Es que no quería parir en un Hospital.

El embarazo estaba bastante avanzado cuando conocí en persona a Marta y Carmen.

Me acababan de decir que tenia que hacer la curva larga de la glucosa y yo no quería hacerla, así que amablemente Marta se ofreció a explicarme las alternativas y allá que me fui.

La conocí y no tuve dudas. Quería que ella fuera mi matrona. Quería que ella acompañase mi parto. 

No recuerdo si ese día saqué el tema en mi casa o cuando fue, pero logré que mi pareja me acompañase a una cita con ellas para despejar sus dudas sobre parir en casa. Y si digo sus dudas porque, si bien yo no conocía todos los detalles o requisitos, yo no tenia duda alguna. Yo iba a parir en casa. En aquel momento no lo sabía, pero hoy lo sé,yo ya había decidido donde nacería mi segundo hijo. lo había decidido el día que traje al mundo al primero.

No fue fácil vencer el miedo de papá. Nos costaron lágrimas tomar la decisión, pero al final les anunciamos que contábamos con ellas.

En ningún momento tuve dudas. En ningún momento tuve miedo. Me sentía informada, me sentí segura y capaz. 


El 9 de febrero , después de comer, bajamos los tres a tomar el café a una pastelería cercana. Empecé a notar contracciones, irregulares pero intensas... Tiago tenia un cumple en casa de su amigo del alma y aprovechamos para pasear juntos papá y yo. Paseábamos entre contracciones, de vez en cuando tenia que parar...a veces le apretaba fuerte el brazo...sonreíamos...y también podía notar sus nervios. "llama a Carmen " me decía.
No. No era el momento.

Las contracciones, que se había vuelto regulares por momentos, comenzaron a espaciarse hasta practicamente desaparecer. Fuimos a recoger a nuestro pequeño para llevarlo a casa y cenar juntos. Ante la insistencia de papá, les mandé un mensaje a mis matronas, simplemente para que estuvieran pendientes.
Estaban cerca,con  otra mamá estaba también con contracciones, lo que puso más nervioso a papá.

Llegamos a casa y me tomé una infusión, estaba con una gran sensación de paz, a pesar de que las contracciones volvían. Me duché y al salir de la ducha me di cuenta de que aquello estaba en marcha. El pequeño Andrei iba a nacer pronto.


Papá se llevó a Tiago a casa de los abuelos, así lo habíamos decidido todos , nosotros y él también. Me tomé una sopa por insistencia pero no tenia hambre ninguna. Mi único pensamiento era barrer, barrer bien el suelo del salón, lugar elegido por mi para el parto.

Cuando papá volvió preparó todo con sumo cuidado: luz tenue, calefacción, música suave y lenta, sin letra, solo sonido que me dejara oírme a mi misma, oír a mi bebé...la pelota, las infusiones, los empapadores....

La primera en llegar fue Marta. Sobre las 11.30 de la noche.
Recuerdo su sonrisa tranquila en el umbral de la puerta. Cuando llegaron Carmen y Eva no lo recuerdo ya, se que apenas tardaron.

Carmen preparaba infusiones, hablaban muy bajito....todo estaba en calma...

Papá y yo.

Tal vez no fueron tantas horas como yo recuerdo, pero mi memoria tiene grabado a fuego cada minuto en que papá y yo pasamos las contracciones a solas.
Sus besos, sus palabras al oído, sus abrazos, su respiración y su amor hicieron de aquellas oleadas de contracciones que a priori debían ser dolorosas, momentos de placer. Sí, de placer. Yo estaba disfrutando de aquello, al 100%. Puedo decir que viví un momento mágico, de AMOR así, con mayúsculas. Un momento que no sé si se repetirá alguna vez pero al menos puedo decir que lo he vivido.

Las contracciones iban en aumento...recuerdo decir que no podía mas y, al segundo, casi dormitar sobre la pelota, rodeada de sus brazos y acompañada ya por mis matronas.

El dolor se abría paso, necesité de sus masajes, de agua esteril.... y se rompió la magia. Durante un instante me fui al baño, sola. Quería empujar con fuerza, pero algo dentro de mi se frenó. De pronto un miedo absurdo, mas que miedo, un pudor absurdo que nadie esperaba (ni yo misma) a defecar hizo que se descontrolara todo porque , de pronto, tuve ansiedad por controlar mi cuerpo.Luché por dejarme llevar pero no lo lograba.

Pedí la silla de partos y al sentarme en ella... fue un rechazo total.

Vi que las caras de mis matronas estaban algo serias, aunque reconozco que son unas maravillosas jugadoras de poker (y si no lo son, desde aquí les digo que prueben!) porque no se permitían expresar ni una sola emoción negativa.

Me fui a la habitación y Marta me explicó la situación. El latido del bebé había descendido y era mejor irse al Hospital.

Sentí tanto frío....Los fantasmas del parto de Tiago se presentaron allí. Solo imaginar el meterme en el coche me daba pavor..."¿qué pasará allí?" Marta me dijo que me iba a monitorizar, que no tenia por qué no ser un parto vaginal.....mi cara debía ser el espejo de mi alma, porque Marta decidió volver a escuchar al bebé.

Y todo iba bien. Y todo iba bien de nuevo. Y no, no nos fuimos.

Pero yo ahí ya estaba cabreada. Sentía rabia. ¿A caso yo no era capaz de parir? Ya había llegado hasta allí...¿irme ahora? 

Recuerdo que cuando me preguntaban que qué sentía me daba una rabia horrible confesar que no sentía nada.
No sentía que mi bebé estuviera encajado, no sentía que el final estaba próximo...No.

Les decía que me quería ir. Pero no era verdad. No quería irme al hospital, quería irme pero de la situación, quería evadirme, quería dormir como para coger perspectiva y después ya si, dar a luz a mi hijo...pero mi cerebro ya no era quien de expresarse con claridad.

Probamos distintas posturas para facilitar el paso de mi bebé, pero parecía que nada ayudaba.

"Habla con tu bebé" me decía Eva. Y yo lo hacía , le pedía que saliera ya, que saliera ya.. que no me hicera daño, que yo iba a ayudarle....que podíamos....

Marta propuso la postura de cabaret. Entre las tres nos ayudaron, pues con papi mal de la espalda y mamá ya agotada aquello era un esfuerzo muy grande. solo soportamos un pujo.
Un pujo decisivo. 
Al incorporarnos vi a mi pareja calzado. Vi que todos buscaban mi ropa para marcharnos. 

"No, no, no" pensaba

Y entonces ocurrió. Grité que esperasen, que algo había cambiado.

Y como una auténtica loba, como una mujer llena de oxitocina, exultante de instinto salvaje, me puse en la cama a cuatro patas. 

Mi hijo iba a nacer.

Vi a Carmen y grité con todas mis fuerzas "Me muero!" y cerré los ojos. Y recordé sus palabras, llegaba el final. No me iba a morir, iba a parir. 

Sentí a mi hijo avanzar, sentí como mis carnes se abrían en un aro de fuego brutal, tremendo, alucinante....que quemaba, quemaba como no imaginé nunca que podría quemar....Recordé que tenía que soplar, no empujar, dejar pasar.... sentí como salía cada parte del cuerpo de mi hijo.... 

Oí a mi amor, emocionado decir "Es mi hijo"

eran las 5 de la mañana

Andrei,

Aferrada con las manos y los pies a nuestra cama, mis matronas te pasaron por debajo de mi cuerpo para que pudiera cogerte.

Eras tan pequeñito....olías tanto a vida mi pequeño....te pedí perdón, por el recibimiento a gritos.

Te miraba, y te miraba....ya estabas aquí...burbujeabas mucho y no me atrevía a ponerte aun a mamar. Te sostuve contra mi, con el cordón entre mis piernas hasta que dejó de latir.

Después hiciste piel con piel con papá mientras yo me fui al baño a expulsar la placenta, y allí estuve un ratito pues tuve un pequeño mareo.
Desde allí sonreía...pensando en lo bien que lo había hecho papá, en lo feliz que estaba siendo él ese tiempito a solas contigo hijo...

Volví a mi cama, a nuestra cama-hogar. Ya había terminado todo. Aun con unos tremendos entuertos ya no había dolor, el parto había terminado.

Te puse al pecho al fin, y estuviste mamando....

Mis queridas matronas se fueron a otra habitación y allí nos quedamos los tres.

Así fue la llegada al mundo de Andrei.

Pronto podré escribir la llegada al mundo de Tiago también, porque gracias a este parto puede sanar completamente las heridas del alma que me había dejado con mi primero.

Gracias a Luna de Brigantia, mis matronas:

Gracias Marta por la confianza que me inspiraste desde el primer momento, por tu templanza, por tu voz suave....por tanto.

Gracias Carmen, por vivir tu embarazo con nosotros (¡qué privilegio!), por tu sonrisa, por tu alegría y empuje, por saber llevar las bromas de papá... por ser tu.

Gracias Eva, por tus palabras, por tus miradas, por tu presencia y esas benditas manos...por acompañarnos.

Gracias porque desde que os conocí, formáis parte de mi vida , aunque nos veamos poco.

Gracias papá, por comerte tus miedos con patatas al creer en mi, por ser capaz de esconder tus nervios para que yo no perdiese la calma, por tu paciencia, por tus miradas, por tu calor... por tu amor hacia mi y hacia tus hijos, por ser mi compañero de vida.

Gracias Andrei, por elegirnos, por traer calor y alegría a nuestra familia, por aumentar el círculo de una forma tan natural, salvaje y hermosa. Gracias por tu olor a vida. Por nacer. Por ser luz.

Gracias Tiago, mi amor, mi primero, por elegirnos, por ser amor en estado puro, por hacerme madre y por ser la llave que abrió paso a un mundo nuevo, que me hizo ser adulta de verdad. Gracias por la sabiduría que traes contigo.

Gracias Vida.




jueves, 5 de febrero de 2015

SE VIVE IGUAL?

Semana 40...

Ha llegado! Estamos en la dulce espera, en cualquier momento este embarazo llegará  a su fin... qué sentimientos agridulces tengo! Seguro que muchas me comprendeis.

Las diferencias


Una de las preguntas que más me hacen amigas y allegadas es si se vive igual un embarazo que otro.

Definitivamente,no.

En mi caso han influido muchos dos factores, que han hecho que me haya sentido menos conectada emocionalmente:

Mi niño y el malestar de los primeros meses.

Mi niño acaba de cumplir 3 años y es obvio que aún me necesita muchísimo.  Además, al dejar de trabajar también aproveché para sacarle de la escuela y eso ha supuesto 24h de dedicación.

Esos largos paseos con los que soñaba, asistir a mil actividades y charlas...nada de nada. 

Por el contrario disfruté muchísimo compartiendo con él cada despertar, cada desayuno sin prisas, bajar al parque por las mañanas,  hacer experimentos, ver la tele, cocinar juntos. .. ahora ya no tengo paciencia y el ritmo de actividad por mi parte ha bajado considerablemente pero... quién nos va a quitar lo vivido???

El malestar... si es que yo no sabía de náuseas,  mareos y debilidad!!! Y estuve así 15 largas semanas, luego una fastidiosa luxación de rótula y la alergia...  no contribuyeron nada a disfrutar mi estado.

La información

Hoy sé el doble de lo que sabía con respecto al embarazo y al parto.

Y la verdad es que ojalá hubiera tenido toda la información desde el principio.  Para evitar pruebas innecesarias, para saber elegir qué  quiero y qué no quiero hacer, para entender que no soy una paciente y que a todo tengo que decir amén porque venga de una bata blanca...

Porque la información proporciona seguridad y poder.

¿Qué cosas han cambiado gracias a esa información?

- Mi decisión acerca de la realización del test  O'sullivan

- Mi decisión a cerca de cómo y dónde daré a luz a mi hijo (si todo continua su ritmo natural)

- Mi decisión sobre los tactos

- Mi forma de enfocar las visitas a matronas, ecógrafos y demás.

- Mi forma de prepararme al parto y de implicar a mi pareja e hijo .

Como veis son muchos cambios. Muy importantes.

En algún momento  escribiré cuales fueron mis decisiones  y por qué, por si pueden ayudar a otras mamis y futuras mamás.

En resumen...

No, no lo he vivido igual pero no puedo decir si lo he vivido mejor o peor.

Ha sido diferente, con puntos positivos y otros menos, pero sencillamente diferente.

Tal y como  será el parto : diferente  (desencadene como se desencadene)

Tal y como será mi bebé : diferente a cualquier otro.

A todas aquellas mamis que esteis buscando opiniones sobre el segundo embarazo siento no poder deciros que será más maravilloso o menos... porque vuestras experiencias serán distintas a las mías.

Pero os aseguro que lo diferente no es malo, es...especial.

Ahora me despido...espero traeros Buenas noticias en unos días. ..

martes, 13 de enero de 2015

MANERAS DE PARIR

¿Cuántas formas de parir hay?

No soy matrona pero me aventuro a decir que existen tantas como mujeres hay en el mundo.

Cada cuerpo es único, cada estímulo se siente diferente en cada cuerpo, cada mente es distinta, cada experiencia de vida nos ha hecho diferentes, cada cultura nos influye de maneras diferentes . .. por eso ningún parto será igual a otro. Ninguno. Aunque sea el mismo día,  aunque adoptemos la misma postura o dure las mismas horas serán diferentes,  los viviremos de maneras diferentes.

Y así  debe ser.

Mi primer parto no fue lo que yo tenía en mi mente, pero reconozco que no tuve toda la información  (alguna no me la supieron dar, otra era errónea,  otra no la supe buscar...), no supe imponer lo que quería porque no sabía que tenía derecho a ello.

Ahora que espero tener pronto mi segundo hijo he decidido, con mi pareja, tenerlo en casa.
Pasé la experiencia hospitalaria y no la quisiera tener que repetir.
Lo supe desde el mismo momento en que salí del Hospital con mi hijo, aunque  en aquel momento tampoco era consciente de todo lo que había sucedido.


"El próximo lo tendré en casa"
Y ese es nuestro deseo.

No ha sido una decisión tomada a la ligera.

Desde que nació mi niño empecé a interesarme mucho por todo lo relacionado con la maternidad, y descubrí cosas del parto que debí tener en cuenta antes.
Entendí muchas cosas, muchas...
Leí, Vi documentales, hablé con otras mujeres que habían parido en casa, en hospitales más respetuosos, he hecho cursos y talleres, me he informado de cómo se hace en otros paises ...

Tengo la información.

Al contrario que cuando fui al Hospital.

Fui sin más porque "era lo que había que hacer." Sin más. Sin plan de parto. Sin nada más que mi ilusión,  mis nervios, mis ganas, mi dolor ... de buena fe.
Y sucedieron cosas que ahora sé que la OMS no recomienda, cosas que no hay que hacer por protocolo, cosas que sobraban... cosas que podían habernos costado caro.
Las cuentas y, en vez de sorpresa, te encuentras un montón de mujeres a las que les han hecho lo mismo (o prácticas peores ) y que, sin embargo, como suceden en un centro médico no se plantean nada, se dejan ir, creen que las cosas  tienen que ser así... parece que lo han vivido como algo normal e incluso positivo.

Nos tratan según protocolo, según normas, a todas igual.

No debe ser así.


Debemos tener derecho a elegir, y esa es la intención de este post.

Y el origen es un programa de televisión que vi ayer.

Era el típico programa de tarde donde se tratan noticias de actualidad, noticias locales y muchos temas variados con colaboradores y tertulianos.

En el último tramo del programa se iba a hablar del parto en casa. 

La presentadora hizo un papel terrible y no puedo quedarme sin dar mi opinión.

Como invitadas iban una mamá que parió en casa y la presidenta de la asociación gallega de matronas (a la cual tengo la suerte de conocer y tener bien cerca).

Desde el primer momento dio datos incorrectos, hablando del gran riesgo de mortalidad del parto en casa.
Trató a la mamá (que encima era enfermera, conocía de primera mano los partos de hospital, los riesgos que se corren y sabía que no quería eso) de una forma infantilizante,  poco menos que la abroncaba por haber "puesto en peligro su vida y la de su hijo". 
No quería escuchar que,  para un parto en casa, deben darse unas condiciones y que ella las cumplía (embarazo de bajo riesgo,por ejemplo),que tenía dos matronas para ella todo el tiempo (os aseguro que yo en el hospital no tuve eso)...


La presentadora sólo habla de complicaciones, y más complicaciones. .. se nota que muy informada no está, muchas de las famosas complicaciones vienen de obligar a las mujeres a estar tumbadas, cuando hace más de 20 años que se sabe que no es la posición más adecuada para parir, por ejemplo.

Más tarde interviene una ginecóloga del Hospital Xeral de Vigo (donde yo misma di a luz hace 3 años ), que viene a no decir nada. 
Obviamente su postura es que hay que parir en un centro médico porque tienen todos los medios...al mismo tiempo que dice que no hay medios para atender al las pacientes (luego rectifica, no le gusta llamarlas así porque "no están enfermas" pero ya se le escapó) de forma más personalizada y humana...o sea que tienen muchos aparatos y pocas personas, entiendo.
También dice que para atender a las parturientas como se merecen deberían tener una matrona por mujer ingresada ... Pero cuando habla del personal que está en el parto, las excluye. 

Para mí una gran incoherencia.


También hablan de la necesidad de una unidad de neonatos, por lo que le pueda pasar al bebé.

Bien señora Silvia Jato, no sé si sabe que,  por ejemplo, en toda la provincia de Pontevedra solo un Hospital dispone de dicha dotación.  Es decir que si te vas a la clínica privada de turno y tienes la desgracia  de necesitar ese servicio también tienes que desplazarte a dicho hospital.  Como si te ocurre en casa.

Más incoherencias. O desinformación.

Continua la entrevista la señora Jato haciendo afirmaciones tan horrendas como que "cuando las mujeres parían en casa morían como perras"... señora mía. .. menos mal que la mayoría de esas perras sobrevivían a los partos sin medicalizar sino pobre humanidad!  Y pobre de usted, que nunca habría nacido.

Sus aspavientos y tonos de voz son insultantes ante una opción tan lícita como irse a una clínica.

Y ya el remate final es apoteosico. .. "a mi que me pongan la epidural y no enterarme de nada ".

¿Conoces los riesgos de parir con epidural? Porque para hablar de ello con tal ligereza...

¿Te los han explicado bien antes de entrar el anestesista? ¿has firmado la autorización y consentimiento que exime de cualquier responsabilidad al hospital conociendo realmente los problemas que pueden surgir?

¿Sabes que cuando a  una mujer se le "frenan las contracciones" o "el bebé no se coloca" muchas veces vienen causadas por la epidural?

Aquí hay mucha información,  para la próxima.

Todo dicho. No quiere vivir un parto, ok. Hay mujeres que sí y se supone que tu espacio les brindaba la oportunidad de darles voz. La ahogaste. No es justo.

No voy a hacer campaña por el parto en casa, no aquí,  lo haré en otro momento, en otro artículo.

Quiero que las mujeres tengan la información y el derecho a decidir sin tener que ser tratadas de locas,  de inconscientes o de hippies chungas.

No quisiera volver a ver juicios gratuitos sobre un tema tan tan importante para las madres. 

Ninguna  madre pone en riesgo su integridad física ni la de su bebé alegremente por modas o por llamar la atención.


Un poco de respeto, de abrir la mente... qué cada uno decida, pero que exista libertad de elección!!!

Si quieres ver el programa del que hablo , aunque está en gallego creo que se entiende bien,  pincha aquí .

viernes, 2 de enero de 2015

CARTA A LA MAESTRA DE MI HIJO

Hace un tiempo que le estoy dando vueltas a la escolarización de mi hijo.

La verdad es que creí que este momento no llegaría (tan pronto al menos), que algo sucedería antes, que encontraría la alternativa. ..pero veo que quedan pocos meses y voy perdiendo la ilusión y la esperanza de poder hacerme cargo de su crianza y educación unos años más como deseaba...no desisto, no. Pero me temo que debo contemplar seriamente la posibilidad de llevarlo al cole.

A la escuela "ordinaria": sin el apellido de libre, alternativa o , mi favorita,  RESPETUOSA. 

Porque, además de tener que dejar a mi niño varias horas al día, no voy a poder elegir el sitio al que quiero llevarlo.

En primer lugar porque ese sitio de ensueño aún no existe (aquí al menos ) y, en segundo lugar, porque lo más parecido que hemos encontrado. ..está fuera de "mi zona" y no tengo acceso.


Cojonudo.

Por esto, porque tengo que hacer algo que no es lo que deseaba pero quiero llevarlo de la mejor manera posible, quiero que mi hijo esté lo mejor posible. .. te escribo esta carta, maestra.

Querida maestra...o maestro, aún no nos conocemos:

Sé que tienes 25 alumnos de 3 años o menos.

Sé que no es fácil llegar a todos.

Sé que tienes poca (o ninguna ayuda).

Lo sé porque trabajo en una escuela.

Lo sé porque, como mamá, me interesa la situación de la educación.

Sé que mi niño, mi tesoro,  mi vida...para ti es un alumno más. ..y no quiero privilegios para él.  


No quiero que le trates diferente, que le des más besos, ni le más responsabilidades o facilidades que  a los otros... quiero que tanto él como el resto de niños que pasen por tus manos sean atendidos con afecto, sean tratados cada uno como necesita,porque cada niño es único. .. quiero que se les respete. A todos.


Quiero que si llora le preguntes por qué y no le digas que ya es mayor para eso. Yo soy mayor y también lloro.

Piensa que nunca se ha separado de nosotros...piensa cómo te sientes tú cuando estás sola en un lugar extraño con gente que no conoces y te exigen y exigen cosas que desconoces...tienes miedo, estás inquieta...ellos también.


Quiero que pueda jugar.  No está haciendo el tonto: está  aprendiendo. Observa...es apasionante!

Quiero que sepas que va a faltar.  Sí.  Siempre que papá o mamá  puedan no ir al trabajo él no irá al cole. Estará con sus padres. Y no somos malos padres.  No estamos desestabilizando su vida ni estropeando la rutina.  Estamos siendo consecuentes con nuestra manera de vivir. Estamos encargándonos de nuestro hijo. No pasa nada. No va a dejar de optar al Nobel de química por eso. Es más. ..no me importa que nunca gane uno.

Quiero que, si se hace pis o caca, porque es un niño de 3 años! (y ninguna Ley orgánica ni decreto posible pueden obligar a que un niño controle esfínteres antes de que su naturaleza así lo posibilite) le ayudes a cambiarse. Sin reprimendas, sin humillaciones...no le dejes sucio hasta que sus padres puedan ir a cambiarle. Si tú tienes una gastroenteritis y te ensucias, si te haces pis de la risa no querrás que los demás te señalen, se rían, te llamen puerca, bebé y te dejen ahí. .. mi hijo aún no domina esta capacidad, no es tonto ni vago. Si le ayudas seguro que lo logrará antes que si le ridiculizas.

Y no, tampoco su madre es una vaga que quiere que el pañal se lo saque otra porque da trabajo. Su madre respeta su ritmo. Su madre daría todo por seguir encargándose de su pañal y de todo, no me hagas sentir peor.


Quiero que si se equivoca, si sobrepasa un límite  lógico  (si daña a un compañero, si te daña a ti...) y tiene que comprender la consecuencia se lo expliques. Con calma, él te escucha, te comprende. No le sientes a pensar en una esquina sólo. .. sentirá que pensar es malo, porque le estás castigando con ello. No le dejes sólo pues no está aprendiendo nada así. Por favor, ten paciencia. Lo entenderá todo, sólo  hay que saber esperar... ya sabes el dicho: quiéreme cuando menos lo merezca pues será cuando más lo necesite. 


Tal vez algo le esté afectando...la llegada de un hermanito, una mudanza, tal vez se esté poniendo malito...no le grites.  Por favor. Yo lucho cada día para no hacerlo.


Querida maestra...querido maestro...sólo pido RESPETO.

Pido que me ayudes a que mi hijo, y todos sus compañeros sean niños felices.

Pido que mi opinión cuente.

Porque yo soy la madre de ese niño,  yo le conozco y yo he decidido criarle así.  Tengo derechos a los que no voy a renunciar, y cómo va a ser tratado mi hijo es uno de ellos.

Pido que el crecimiento personal pese sobre la formación.

Sé que son 25 niños...sé que no tienes ayuda...sé no es una profesión fácil. .. pero sé que es apasionante ...sé que tienes la fortuna de cuidar, de acompañar y de aprender de 25 niños cada año... de reir y llorar con ellos. ..lo sé porque soy maestra también.

Sobre todo sé que quienes no tienen ninguna culpa de falta de medios y del exceso de ratio son los niños. ¿Por qué deben pagar ellos las consecuencias?

Sé que querer es poder. Que si quieres puedes hacer las cosas de otra manera... y sé  que puedes porque ahora tienes ayuda.  Yo te ayudo, si tú me lo permites.

Te voy a confiar a mi niño, a mi tesoro, a mi vida... por favor...RESPETALO. 
Nosotros te respetaremos  a ti, colaboraremos contigo.


Nos vemos en septiembre. ..posiblemente. ..

La mamá de Tiago (y de cualquier niño de casi 3 años)

miércoles, 31 de diciembre de 2014

LOS AÑOS FELICES

Llegó! !!

Ya ha pasado!!!

365dias de un 2014 que se consume... para unos habrá sido un año feo, para otros estupendo...unos habrán encontrado el amor y otros puede que lo hayan perdido...unos habrán aprendido lecciones de vida y otros las habrán dejado escapar...uno han llegado a nuestras vidas y otros se han marchado... no es más que la vida, a fin de cuentas.

Pero esta noche nos gusta hacer balance, y no me parece una mala costumbre, aunque a veces resulta cansino leer tantos muros de Facebook con tanta explicación  o juicio jejeje cositas de las redes sociales.

Yo no soy capaz de ponerle etiqueta a este año.

En primavera conocimos la futura llegada de Andrei, y ya sólo esto es tan grande que absorbe el resto de acontecimientos. He intentado centrar este año en mi familia  y en mí, dejar de lado las malas energías pero no siempre lo he logrado.

Un año de luces y sombras.

Para 2015 no puedo hacer muchos planes porque tengo una misión tan importante que cumplir que a poco más podré comprometerme ...

Tengo que ser la madre de Andrei y Tiago.

La madre que deseo ser, la que soy (aunque en versión mejorada, que cada díaque me equivoco aprendo a hacerlo mejor), la que quiero que ellos recuerden cuando ya no esté.

Esta es mi misión del 2015 y del resto de mi vida.

Y me encanta.

También seguiré luchando por dejar de ser educadora infantil y ser una gran acompañante de los pequeños que tenga el honor de conocer.

Seguiré luchando por lograr ese espacio de crecimiento con el que sueño.

Seguiré unida a las madres y futuras madres que se acerquen al grupo de lactancia, para escucharlas y estar a su lado en sus dudas y desahogos.

Seguiré en este mundo de la crianza, implicada al 100% a veces y al 50 otras,  pero seguiré.

Seguiré creciendo como persona...

Seguiré! !!!!

FELIZ 2015 PARA TODOS Y TODAS LOS QUE SEGUÍS A LA MAESTRA DE MI MAMÁ